En términos generales, la administración de bilastina debe interrumpirse una vez resueltos los síntomas, y debe reinstaurarse si los síntomas reaparecen. Sin embargo, en la rinitis alérgica perenne, se recomienda un tratamiento continuado durante el periodo de exposición a los alérgenos. En los estudios clínicos realizados hasta la fecha, el periodo de tratamiento más largo ha sido de 12 meses.