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¿Puede coadministrarse bilastina con…?

Los especialistas en información médica de FAES FARMA han recogido diversas consultas relativas a posibles interacciones farmacológicas de bilastina, que se resumen en la tabla 1.

En ausencia de una experiencia clínica directa respecto al uso concomitante con bilastina, en base a un profundo conocimiento de su perfil farmacocinético y a los datos científicos disponibles de otros fármacos, se mencionan recomendaciones para la toma de una decisión fundamentada por lo que respecta a la relación riesgo-beneficio de determinadas combinaciones de bilastina con otros medicamentos.

Tabla de interacciones con otros fármacos

En ausencia de datos clínicos, debe tenerse precaución al administrar conjuntamente bilastina (BIL) y DIG, pero la probabilidad de una interacción parece baja. DIG es un glucósido cardiaco que se emplea en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca y tiene un margen terapéutico estrecho. Es un substrato de la glucoproteína P (P-gp). Los fármacos que inhiben la P-gp reducirán la eliminación tubular renal de DIG. BIL es también un substrato de la P-gp, pero no inhibe su acción. Así pues, no hay un fundamento científico que indique que BIL pueda afectar a la biodisponibilidad de DIG.
Dado que en la actualidad no hay datos de farmacocinética de BIL en combinación con fármacos antituberculosos, el médico debe evaluar cuidadosamente la relación riesgo-beneficio si contempla el uso de estos tratamientos. Clásicamente, fármacos como rifampicina, isoniazida, pirazinamida y etambutol se han utilizado en diferentes combinaciones como tratamiento de primera opción. Los tratamientos de segunda y tercera opción incluyen los aminoglucósidos, las quinolonas, rifabutina y otros. La mayor parte de estos fármacos inducen la P-gp y/o son eliminados por vías renales. No puede descartarse la posibilidad de que estos fármacos reduzcan la eliminación de BIL y aumenten sus niveles plasmáticos.
Para elegir la medicación adecuada mediante una evaluación de la relación riesgo-beneficio, el médico debe conocer la pauta antirretroviral concreta que está tomando el paciente. No debe administrarse BIL cuando hay una disfunción renal y el paciente está siendo tratado con un fármaco que inhibe la P-gp. Hay un gran número de fármacos antirretrovirales disponibles, que se utilizan en diferentes combinaciones. Su margen terapéutico es estrecho y las interacciones farmacológicas (IF) pueden ser importantes. Si el metabolismo se produce a través del citocromo P450 (CYP 450), BIL no tendrá generalmente ningún efecto. Si se combinan con un inhibidor de P-gp, puede haber un aumento de la biodisponibilidad de bilastina, que en general carece de relevancia clínica, pero debe tenerse precaución en los pacientes con una disfunción renal.
No se prevé interacción alguna entre BIL y los IBP. Los IBP son inhibidores del CYP 450, y ello explica muchas de sus interacciones farmacológicas. Además, los IBP inhiben también la P-gp, pero este efecto no parece tener relevancia clínica. BIL no es metabolizada y es improbable que se vea afectada por un tratamiento concomitante con IBP.
No se prevé ninguna interacción entre BIL y los AO. Las mujeres incluidas en el programa de ensayos clínicos debían utilizar un método anticonceptivo eficaz, incluidos los AO, y no se observó ninguna interacción. Los AO son metabolizados por el CYP 450, y ello explica muchas de sus interacciones con otros fármacos y el posible riesgo de un embarazo no deseado. Además, los AO inhiben el CYP 450, y esto podría interferir en el metabolismo de otros fármacos. BIL no inhibe ni induce el CYP 450. Además, BIL no es metabolizada y, por consiguiente, los AO no pueden interferir en su eliminación.
Los especialistas en información médica de FAES FARMA han recogido diversas consultas relativas a posibles interacciones farmacológicas de bilastina, que se resumen en la tabla 1. En ausencia de una experiencia clínica directa respecto al uso concomitante con bilastina, en base a un profundo conocimiento de su perfil farmacocinético y a los datos científicos disponibles de otros fármacos, se mencionan recomendaciones para la toma de una decisión fundamentada por lo que respecta a la relación riesgo-beneficio de determinadas combinaciones de bilastina con otros medicamentos.

Embarazo

Tal y como indica su Ficha Técnica, no hay datos o éstos son limitados, relativos al uso de bilastina en mujeres embarazadas.  Como medida de precaución, es preferible evitar el uso de Bilaxten 20 mg comprimidos durante el embarazo. Se debe decidir si es preferible interrumpir/abstenerse del tratamiento con Bilaxten 20 mg comprimidos tras considerar el beneficio de la lactancia para el niño y el beneficio del tratamiento para la madre. La directriz de la EMA exige que se tenga en cuenta todo el conocimiento disponible al hacer recomendaciones sobre el uso de los fármacos en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, así como en las mujeres con capacidad de procrear. No se ha establecido plenamente la seguridad de los antihistamínicos durante el embarazo, y estos fármacos solamente deben usarse si, según la evaluación realizada por el médico, los beneficios son superiores a los riesgos. Las recomendaciones de la FDA, actualmente en revisión, sobre la utilización de los medicamentos en el embarazo y la lactancia, utiliza las categorías de seguridad en el embarazo A, B, C, D y X (tabla 2).

Sistema nervioso central y función psicomotriz

Los antihistamínicos H1 de primera generación tienen un efecto sedante muy superior al de los antihistamínicos H1 de segunda generación, y por ello una repercusión negativa en la función psicomotriz, lo cual puede tener afectar a la realización de tareas tales como conducir vehículos, pilotar aviones, etc.

La interacción entre los antihistamínicos H1 de segunda generación y el transportador P-gp, que se expresa en la barrera hematoencefálica y actúa como bomba de expulsión, limita el acceso de aquellos al cerebro. El resultado neto es una disminución de las concentraciones en el cerebro, reduciendo al mínimo los posibles efectos sobre el sistema nervioso central, como por ejemplo, la sedación.

En el caso de los controladores aéreos (ATCS, air traffic control specialists), existen guías sobre la utilización terapéutica de los fármacos y las recomendaciones respecto a los antihistamínicos son las siguientes: “Antihistamínicos: Los antihistamínicos antiguos de tipo sedante y los nuevos, pero aún sedantes, como cetirizina, no son aceptables. Los nuevos antihistamínicos no sedantes (fexofenadina, loratadina, desloratadina), son aceptables para el uso por parte de los ATCS tras una revisión por parte del Regional Flight Surgeon que confirme la ausencia de efectos secundarios adversos que puedan influir negativamente en la capacidad de realizar su función de forma segura”. En el caso de los pilotos aéreos y, puesto que los efectos de un determinado medicamento pueden verse intensificados por la hipoxia que provoca la altitud, es importante señalar que la Federal Aviation Administration (FAA, Administración Federal de Aviación) de Estados Unidos permite el uso de antihistamínicos de segunda generación no sedantes, como loratadina, desloratadina y fexofenadina por parte de los pilotos de líneas aéreas y desaconseja la utilización de cetirizina y levocetirizina. El estudio de los efectos de los fármacos antihistamínicos en pilotos de líneas aéreas se ha facilitado por el empleo de las cámaras de altitud que brindan a los aviadores la oportunidad de experimentar muchas de las tareas y riesgos que comporta el vuelo a gran altitud en un entorno controlado y seguro. Por lo que respecta a bilastina, un estudio reciente evaluó su efecto sobre la capacidad de realizar tareas complejas propias de los pilotos comerciales en condiciones de presión de cabina simulada. Dicho estudio clínico concluyó que bilastina no induce somnolencia significativa ni afecta a las habilidades psicomotoras asociadas a la capacidad de pilotar un avión en condiciones de hipoxia inducida. Las mismas consideraciones son aplicables al uso de bilastina en personas que realizan otras tareas que requieren una pericia psicomotriz, como la conducción de un automóvil. El efecto de bilastina en la capacidad de conducción “real” se evaluó en un test de conducción en carretera que mostró que no hubo efectos sobre la conducción tras la administración de dosis únicas o repetidas de bilastina, lo cual sugiere que su uso es seguro en el tráfico a dosis de hasta 40 mg.
Los antihistamínicos H1 de primera generación tienen un efecto sedante muy superior al de los antihistamínicos H1 de segunda generación, y por ello una repercusión negativa en la función psicomotriz, lo cual puede tener afectar a la realización de tareas tales como conducir vehículos, pilotar aviones, etc.
La interacción entre los antihistamínicos H1 de segunda generación y el transportador P-gp, que se expresa en la barrera hematoencefálica y actúa como bomba de expulsión, limita el acceso de aquellos al cerebro. El resultado neto es una disminución de las concentraciones en el cerebro, reduciendo al mínimo los posibles efectos sobre el sistema nervioso central, como por ejemplo, la sedación.

Pacientes con trastornos renales

En términos generales, el uso de bilastina en pacientes con rinoconjuntivitis alérgica o urticaria transplantados y tratados con un inmunosupresor como ciclosporina tan solo se recomendaría en pacientes con una función renal normal o levemente alterada y que estén bajo estrecha supervisión. La ficha técnica de bilastina recomienda no utilizar el fármaco en pacientes tratados con ciclosprina que presenten una disfunción renal de moderada a grave ya que es un inhibidor potente de la P-gP y, por este motivo, podría aumentar la concentración plasmática de bilastina en estos pacientes.
El grado en el que un fármaco se ve afectado por la diálisis viene dado principalmente por sus características fisicoquímicas y por sus propiedades farmacocinéticas. Además, hay aspectos técnicos del procedimiento de diálisis que pueden determinar también el grado en el que un fármaco es eliminado mediante la diálisis. Lamentablemente, se han publicado pocos estudios in vivo. En consecuencia, muchas guías de posología de medicamentos durante la Terapia Continua de Reemplazo Renal (TCRR) se basan en la extrapolación de la experiencia obtenida en la hemodiálisis crónica o bien en consideraciones teóricas. La guía Dialysis of Drugs incluye una tabla que constituye una referencia respecto al efecto de la diálisis en la depuración de los medicamentos. Consideramos que en este sentido las características de bilastina son similares a las de fexofenadina, y por consiguiente la dializabilidad de bilastina podría ser similar a la de fexofenadina, si bien no hay datos documentados sobre pacientes dializados a los que se haya administrado bilastina. Las recomendaciones de la guía Dialysis of Drugs de 2013 respecto a fexofenadina son las siguientes: para la hemodiálisis convencional son: NO/NS, NO indica que la diálisis no tiene un efecto clínicamente importante en la depuración plasmática y que no suele ser necesaria una dosis suplementaria. NS indica que no se especificó el tipo de membrana; para la hemodiálisis de alta permeabilidad: ND indica que no hay datos sobre la dializabilidad del fármaco con el tipo de diálisis; para la diálisis peritoneal: U indica que es improbable una eliminación significativa del fármaco teniendo en cuenta sus características fisicoquímicas como la unión a proteínas, el tamaño molecular o el volumen de distribución.
Algunos antihistamínicos, principalmente los de primera generación, pueden causar una retención de orina en pacientes con hipertrofia benigna de próstata (HBP) debido a una baja selectividad y a la interacción con receptores muscarínicos. No se ha estudiado el uso de bilastina en un subgrupo de pacientes con un diagnóstico de HBP con retención de orina y/o disuria, no obstante, dada su elevada selectividad por los receptores H1 de histamina, parece razonable pensar que bilastina no aumentará el riesgo de retención de orina/disuria.

Preguntas generales

Se ha observado que los zumos de fruta, y especialmente el de pomelo, reducen la biodisponibilidad de algunos fármacos al inhibir el transporte de captación mediado por OATP (transportador de aniones orgánicos) 1A2. La duración de la inhibición es entre 2 y 4 horas, lo cual indica que la interacción es evitable con un intervalo de tiempo apropiado entre el consumo del zumo y la toma del fármaco. Los valores plasmáticos de bilastina fueron aproximadamente un 30% menor en los sujetos que tomaron bilastina 20 mg con zumo de pomelo, en comparación con los que tomaron bilastina sola. Por ello y para conseguir la máxima eficacia, se recomienda tomar bilastina 2 horas antes o 1 hora después del consumo de zumos de fruta o alimentos.
Teniendo en cuenta las propiedades farmacocinéticas de bilastina, se recomienda un periodo de lavado farmacológico de 5 días entre la última dosis de bilastina y la realización de pruebas intradérmicas de alergia.
Según lo indicado por los resultados del estudio en cámara de exposición de Viena, el inicio de acción de bilastina se produjo aproximadamente 1 hora después de la administración del fármaco. En un reciente estudio en el que se evaluó la inhibición de la respuesta de habón y eritema inducida por histamina intradérmica en voluntarios sanos, bilastina mostró un inicio de acción de 30 minutos y una reducción significativa de las puntuaciones de prurito, en comparación con placebo, 1 hora después de la administración.
En términos generales, la administración de bilastina debe interrumpirse una vez resueltos los síntomas, y debe reinstaurarse si los síntomas reaparecen. Sin embargo, en la rinitis alérgica perenne, se recomienda un tratamiento continuado durante el periodo de exposición a los alérgenos. En los estudios clínicos realizados hasta la fecha, el periodo de tratamiento más largo ha sido de 12 meses.
Aunque no existen datos sobre la administración enteral de bilastina, no hay ninguna razón para pensar que la seguridad deba ser un problema, puesto que se han usado dosis de hasta 11 veces la recomendada sin que haya habido consecuencias negativas. Si la biodisponibilidad se ve comprometida por cualquier razón, el fármaco puede ser menos eficaz cuando se administra por vía enteral. En mayo de 2018 la AEMPS aprobó 2 nuevas presentaciones de bilastina destinadas a niños mayores de 6 años, bilastina 10 mg comprimidos bucodispersables y bilastina 2,5 mg/ml solución oral. Aunque pensadas para una dosis de 10 mg/día en niños de entre 6 y 11 años (mitad de la dosis para adultos y adolescentes), cualquiera de ellas podrían ser una alternativa la administración del comprimido disuelto o desmenuzado en sonda para pacientes con problemas de deglución.
La fotosensibilidad (reacciones fotoalérgicas) son reacciones adquiridas, de mecanismo inmunitario, frente a un fármaco o un producto químico, iniciadas por la formación de fotoproductos cuando el fármaco o el producto químico están expuestos a luz ultravioleta (UVA/UVB) o a luz visible. Los fármacos que no presentan absorción entre las longitudes de onda de 290 y 700 nm del espectro electromagnético no muestran fotoactivación, es decir, no pueden ser fotosensibilizadores fotoquímicos directos. El máximo de absorción de bilastina en el rango ultravioleta-visible, se registra a 253 nm, longitud de onda que está claramente fuera del intervalo anterior y por tanto, queda exento de realizar un ensayo de fotoseguridad.
En la ficha técnica aprobada se indica que bilastina está indicada para el tratamiento de los síntomas asociados a la rinoconjuntivitis alérgica y a la urticaria, y el fármaco no ha sido autorizado para el empleo profiláctico de estas enfermedades.
La dosis autorizada de bilastina en la ficha técnica es de 20 mg una vez al día. Sin embargo, en documentos de consenso se ha sugerido que las dosis de los antihistamínicos H1 no sedantes pueden aumentarse hasta cuatro veces la dosis terapéutica en los pacientes con urticaria. Las dosis de bilastina de 20 mg, 40 mg u 80 mg una vez al día durante 7 días fueron eficaces para reducir la temperatura crítica umbral en 19 de 20 pacientes con urticaria de contacto por frío. Además, durante el programa de desarrollo clínico de bilastina, se han estudiado dosis supraterapéuticas con objeto de evaluar la farmacocinética, la eficacia, la tolerabilidad y la seguridad. No se observaron tendencias clínicamente significativas en el ECG, las constantes vitales o los resultados de la exploración física. Los resultados de estos estudios avalan el hecho de que bilastina a dosis terapéuticas y supraterapéuticas, e incluso cuando se combina con ketoconazol, es seguro desde un punto de vista cardiaco. Además, bilastina a 20 y 40 mg no causó un deterioro psicomotriz ni afectó a la capacidad de conducción. También, a lo largo de todo el programa de desarrollo clínico el perfil de acontecimientos adversos de bilastina no ha mostrado diferencias respecto al del placebo. En el caso de que el médico, tras valorar la relación riesgo-beneficio, decida seguir la “guía de aumento de dosis” propuesta para el tratamiento de la urticaria, bilastina debe considerarse un posible candidato dado su excelente perfil de seguridad.
El mundo está intentando ser cada vez más respetuoso con el medio ambiente, y cada vez hay más preguntas sobre repercusiones medioambientales. De hecho, la EMA exige ahora una evaluación del riesgo medioambiental (ERA, Environmental Risk Assessment) para todos los nuevos medicamentos para uso humano. Atendiendo a esta exigencia, se determinó la concentración ambiental estimada de bilastina en aguas superficiales, así como sus efectos sobre los sistemas acuáticos. En este estudio no surgió ninguna preocupación medioambiental y bilastina puede considerarse respetuosa con el medio ambiente.

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