Antonella Cianferoni, Martina Votto
Pediatr Allergy Immunol. 2020 Nov;31 Suppl 26:96-101. doi: 10.1111/pai.13367.
La enfermedad causada por el coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave de tipo 2 (SARS-CoV-2), conocida también como covid-19, constituye una nueva amenaza para todos debido a su alta tasa de infección y morbimortalidad en poblaciones vulnerables. Las personas con rinitis alérgica necesitan continuidad en la atención por parte de los alergólogos durante la pandemia. Los alergólogos se enfrentan a la dificultad de protegerse de la infección y, al mismo tiempo, ofrecer asistencia a las personas con rinitis alérgica. Deben estar preparados para trabajar de manera segura, con bastantes cambios en el ejercicio de su profesión, hasta que exista una vacuna universal o se alcance la inmunidad de grupo. Algunas enfermedades que atienden los alergólogos no se consideran factores de riesgo, pero los síntomas, como la tos o los estornudos, son diagnósticos diferenciales con la covid-19.
A continuación, se muestra un resumen de cómo tratar las alteraciones específicas en la consulta de alergia:
- Se pueden retrasar las pruebas cutáneas, ya que en muchos casos la información no es imprescindible para el tratamiento inmediato del paciente.
- Se deben retrasar las provocaciones con alimentos, excepto aquellas con cacahuetes en lactantes o para introducir un alimento fundamental indicado para una nutrición que evite intervenciones como la colocación de sondas de gastrostomía o sondas nasogástricas.
- En los pacientes que reciben inmunoterapia, se puede espaciar la administración hasta 6 semanas para disminuir las consultas durante la pandemia, con la posibilidad de ajustar la dosis hasta que se reanude el calendario habitual. Sin embargo, se debe evitar el inicio de la inmunoterapia.
- Es posible que la espirometría produzca aerosolización. Por eso, no se debe realizar la prueba a las personas con covid-19 o síntomas gripales. Durante la fase pandémica, se deben aplazar todas las pruebas habituales.
- El asma es un factor de riesgo de enfermedad grave en el caso de infección por coronavirus 2. Sin embargo, las recomendaciones actuales son seguir con las directrices de tratamiento.
- Los pacientes con rinitis alérgica deben continuar el tratamiento. No hay pruebas de que estos pacientes tengan riesgo de complicaciones graves en caso de covid-19. Se puede valorar la rinitis alérgica mediante telemedicina o por teléfono y se debe aplazar el estudio de la alergia.
Cualquier sugerencia puede cambiar rápidamente debido a la evolución de la situación de cada territorio. Limitar las consultas presenciales puede tener consecuencias económicas importantes. Además, se debe tener en cuenta que habrá algún momento en el que la demora de la intervención represente un riesgo más real para el paciente que el riesgo potencial de estar expuesto a la covid-19.