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Kam Lun Hon, Joyce T. S. Li, Alexander K. C. Leung, Vivian Lee

Expert Opin Pharmacother. 2020 Sep 29. doi: 10.1080/14656566.2020.1829593. Publicación electrónica antes de la impresión.

La urticaria se caracteriza por las ronchas pruriginosas de las capas superficiales de la piel, que se presentan sin causa evidente durante seis o más semanas. Es una enfermedad que disminuye la calidad de vida del paciente y que puede tener un coste socioeconómico importante. El objetivo de esta revisión fue analizar las guías clínicas para el tratamiento de la urticaria.

Según la iniciativa conjunta de la red de excelencia fundada por la UE, la Global Allergy and Asthma European Network, la European Academy of Allergology and Clinical Immunology, la Organización Mundial de la Salud y el European Dermatology Forum, el tratamiento de la urticaria se debe realizar de una manera escalonada. Los antihistamínicos H1 de segunda generación se consideran el tratamiento de primera línea. Cuando los síntomas no se suprimen de manera satisfactoria, el tratamiento debe seguir el algoritmo. Este consiste en aumentar la dosis de los antihistamínicos H1 de segunda generación, junto a los antihistamínicos H1 de primera generación, los antagonistas H2, el omalizumab, la ciclosporina A o, si fuera necesario, los corticosteroides a corto plazo. Los inhibidores de la tirosina-cinasa esplénica, de la tirosina-cinasa de Bruton, del receptor de la prostaglandina D2, los antihistamínicos H4 y los fármacos biológicos son nuevos tratamientos en desarrollo. Otros fármacos son los antagonistas del receptor de leucotrienos, los anticoagulantes y antifibrinolíticos, los antidepresivos, la vitamina D y otros antinflamatorios o inmunodepresores.

Según los autores, los antihistamínicos H1 de segunda generación se deben tener siempre en cuenta en el tratamiento de la urticaria como opción terapéutica de primera línea. Para los que no responden a las dosis más altas de antihistamínicos H1, en las guías se recomienda introducir el omalizumab. Se necesitan ensayos clínicos con un buen diseño para sacar conclusiones claras.

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