Chang-Yu Hsieh, Tsen-Fang Tsai
Dermatol Ther (Heidelb). 2021 Apr 12. doi: 10.1007/s13555-021-00524-w. Publicación electrónica previa a la edición impresa.
Los antihistamínicos H1 son conocidos por sus efectos de supresión del prurito, especialmente en la urticaria. Sin embargo, tienen muchos otros usos dermatológicos, como la alopecia cicatricial y no cicatricial, el acné, la enfermedad de Darier, la dermatosis eosinofílica y paraneoplásica, la psoriasis, el liquen nitidus, la dermatitis por radiación, la disestesia cutánea y las neoplasias malignas cutáneas.
Esta revisión incluye una búsqueda bibliográfica de artículos que describen el uso de antihistamínicos H1.
La modulación del sistema inmunitario, las citocinas inflamatorias y los mastocitos es el mecanismo que explica por qué los antihistamínicos H1 son efectivos en algunas enfermedades autoinmunes, como el sarcoma de Kaposi, el melanoma o la alopecia areata. Algunas dermatosis eosinofílicas pueden mejorar con cetirizina y bilastina debido a sus efectos sobre la quimiotaxis de los eosinófilos. La hidroxizina, administrada junto a agonistas del receptor GABA, puede tener efecto sobre la disestesia cutánea. Una combinación de antihistamínicos e isotretinoina ayuda a mejorar el control del acné, probablemente debido a la inhibición de la producción de sebo. El efecto de reversión de la histamina a nivel vascular parece interesante para el eritema, el edema y el control del dolor en la dermatitis por radiación y la eritromelalgia.
Las nuevas propiedades de los antihistamínicos también se han estudiado in vitro: actividad antibacteriana, antiangiogénesis y antifibrosis.
Los antihistamínicos H1, solos o combinados con otros tratamientos, pueden mejorar los síntomas de algunas patologías, aunque las evidencias son todavía limitadas. Se necesitan estudios adicionales para valorar la eficacia y la pauta de los antihistamínicos H1 en otras patologías dermatológicas.