Mario Sanchez-Borges, Ignacio J. Ansotegui, Ilaria Baiardini, Jonathan Bernstein, Giorgio Walter Canonica, Motohiro Ebisawa, Maximiliano Gomez, Sandra Nora Gonzalez-Diaz, Bryan Martin, Mario Morais-Almeida and Jose Antonio Ortega Martell
World Allergy Organ J . 2021 Jun 3;14(6):100546. doi: 10.1016/j.waojou.2021.100546. eCollection 2021 Jun.
La urticaria crónica espontánea consiste en la aparición de habones y/o angioedema durante más de 6 semanas. Afecta al 1-2 % de la población. Su prevalencia es mayor entre las mujeres, suele afectar negativamente a la calidad de vida y puede suponer un coste importante para los sistemas nacionales de salud.
La Organización Mundial de la Alergia (OMA) ha revisado un documento de posición publicado en 2012 sobre el diagnóstico y tratamiento de la urticaria y el angioedema. Desde entonces se han logrado avances en el conocimiento del mecanismo de acción de la urticaria y han aparecido nuevos tratamientos (biológicos) para la enfermedad grave resistente al tratamiento.
Esta es la segunda parte de una actualización de la OMA, cuya intención es ofrecer una guía actualizada sobre la urticaria, particularmente en situaciones especiales como la infancia y el embarazo.
Los antihistamínicos H1 de segunda generación se recomiendan en las principales guías como tratamiento de primera línea de la urticaria, ya que son efectivos y seguros. Algunas guías incluyen antihistamínicos de primera generación para los pacientes no respondedores. La dosis se puede aumentar hasta 4 veces para mejorar la eficacia, sin que ello afecte a la seguridad. La combinación de antihistamínicos no parece inducir mejores efectos y los pacientes resistentes a los antihistamínicos son candidatos a omalizumab o ciclosporina A. Omalizumab es el único fármaco biológico autorizado para el tratamiento de pacientes con urticaria de moderada a grave resistente a los antihistamínicos. Ciclosporina A es un fármaco inmunosupresor que inhibe los linfocitos T helper al bloquear la producción de citocinas inflamatorias.
Algunas situaciones especiales asociadas a la urticaria son los síndromes autoinflamatorios y varias formas de vasculitis urticarial, que se tratan con antihistamínicos de segunda generación y glucocorticoides sistémicos o, como alternativa, con inmunomoduladores e inmunosupresores.
Se recomienda a los especialistas que sigan las guías, utilicen cuestionarios PRO (resultados comunicados por el paciente) validados y prescriban medicaciones seguras y efectivas.