La urticaria idiopática crónica (UIC) es una afección cutánea debilitante que puede afectar profundamente la calidad de vida de los pacientes. Este estudio exploró el impacto de la UIC refractaria y no refractaria en pacientes en situaciones de «mundo real», llevado a cabo en Estados Unidos.
Alergias y conducción: Las alergias son padecidas por un 30-40% de la población mundial y son consideradas un factor de riesgo en los accidentes de tráfico por afectar a la capacidad de conducción debido a los síntomas que producen. Así, la rinitis alérgica puede ocasionar somnolencia diurna o estornudos, la urticaria originar habones pruriginosos que dificultan la concentración al volante y la conjuntivitis alérgica desencadenar lagrimeo o sensación de cuerpo extraño ocular.
La terapia con antihistamínicos reduce este deterioro, por lo que debe aconsejar este tratamiento a estos pacientes.
El estudio de Wheal & Flare que revisa el Dr. Tomás Chivato es el primero en el que se compara la acción antihistamínica cutánea de los tres antihistamínicos comentados a las dosis terapéuticas.
El Doctor Tomás Chivato Pérez es Profesor de Alergología y Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
Revisión del artículo: Curr Med Res Opin. 2017;33(1):129-136.
Comparative efficacy of bilastine, desloratadine and rupatadine in the suppression of wheal and flare response induced by intradermal histamine in healthy volunteers
Autores: Rosa Antonijoan, Jimena Coimbra, Consuelo García-Gea, Montserrat Puntes, Ignasi Gich, Cristina Campo, Román Valiente y Luis Labeaga.
Actualmente, bilastina está disponible para los pacientes diagnosticados de rinoconjuntivitis alérgica o urticaria, en más de 120 países de todo el mundo.
Es por ello, que a la hora de prescribir un antihistamínico H1 por vía oral a un conductor debe hacerse con aquellos que interfieren en menor medida con el rendimiento psicomotor.
La urticaria crónica es una enfermedad dermatológica común que tiene un significativo impacto en la calidad de vida del paciente. Distintas sociedades internacionales han publicado guías médicas sobre la urticaria, y aunque estas guías suelen coincidir en la definición de urticaria y en el abordaje del diagnóstico y tratamiento, se han producido diferencias notables hasta la fecha. Estas diferencias han sido abordadas en la revisión y actualización de 2017.
Los pacientes con urticaria crónica requieren un tratamiento efectivo. Este tratamiento debe ser precedido por un diagnóstico exhaustivo y una medición de la actividad, carga y control de la enfermedad, a través de herramientas adecuadas. El tratamiento debe ser ajustado de acuerdo a las necesidades del paciente y su respuesta terapéutica, basándose siempre en el principio «tanto como sea necesario, tan poco como sea posible» (en ese orden). Una vez que se alcanza el control de la enfermedad, se recomiendan intentos períodicos de reducción de la medicación para identificar una posible remisión. La urticaria crónica debe tratarse hasta que se dé esta remisión espontánea.
Debe considerarse un diagnóstico diferencial amplio en pacientes que presentan placas urticariales. Aunque los diagnósticos más comunes son urticaria aguda y crónica, otros diagnósticos diferenciales incluyen la erupción polimofra del embarazo, trastornos de los mastocitos, síndrome hipereosinofílico, vasculitis urticarial, penfigoide, lupus sistémico eritematoso o enfermedad autoinflamatoria. Esta review abordará específicamente la vasculitis urticarial y los síndromes autoinflamatorios.