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Rinitis alérgica y COVID-19: ¿amigos o enemigos?

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F Gani

Eur Ann Allergy Clin Immunol. 2021 Sep 10. doi: 10.23822/EurAnnACI.1764-1489.234. Versión digital previa a la impresión.

La rinitis alérgica es una patología habitual que afecta aproximadamente al 40 % de la población mundial. Durante la pandemia de COVID-19 ha aumentado el número de estudios observacionales que valoran el efecto del asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica sobre el riesgo de desarrollar COVID-19, pero no ha sucedido lo mismo con los estudios sobre rinitis alérgica y COVID-19.

El objetivo de esta revisión era evaluar el riesgo de que los pacientes con rinitis alérgica presenten una peor evolución de la COVID-19. También se ha evaluado si la COVID-19 puede influir en los síntomas de la rinitis alérgica y en los trastornos psicológicos de los pacientes adultos y pediátricos con rinitis alérgica.

Los autores realizaron una revisión exhaustiva de la bibliografía médica. Se incluyeron diferentes palabras clave, como rinitis alérgica, rinitis, alergia, atopia, COVID-19 y SARS-CoV-2.

Según los artículos seleccionados, los pacientes con rinitis alérgica parecen estar protegidos frente a la infección de la COVID-19. Sin embargo, no hay datos suficientes sobre la influencia de la rinitis alérgica en la gravedad de la COVID-19. Algunas informaciones indican que la rinitis alérgica no aumenta el riesgo de mal pronóstico de la infección por el SARS-CoV-2. Los autores sugieren que los pacientes con rinitis alérgica deben seguir el tratamiento correspondiente, especialmente mientras persista la pandemia de la COVID-19.

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Avances y aspectos destacados en la rinitis alérgica

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Yuan Zhang, Feng Lan, Luo Zhang

Allergy. 2021 Aug 11. doi: 10.1111/all.15044. Versión digital previa a la impresión.

La incidencia de la rinitis alérgica ha aumentado en los últimos años y representa una importante carga médica y económica en todo el mundo. En esta revisión se describen los principales hallazgos de los dos últimos años en relación con la rinitis alérgica, incluyendo los factores de riesgo que pueden aumentar su prevalencia, la estrategia de diagnóstico, los mecanismos inmunológicos subyacentes y las terapias utilizadas durante la pandemia de COVID-19. También pretende describir las perspectivas de futuro.

Algunos de los factores de riesgo de rinitis alérgica más importantes son la exposición ambiental, los cambios climáticos y el estilo de vida. Resulta esencial comprender la relación entre exposición ambiental y salud para poder diseñar perfiles de riesgo en lugar de utilizar factores predictivos individuales, lo que ayudaría a reducir los efectos negativos de estas patologías sobre los resultados sanitarios.

Un fenotipo de rinitis alérgica recientemente definido —la rinitis alérgica dual— incluye síntomas nasales relacionados tanto con la rinitis perenne como con la estacional, aunque está más relacionado con alérgenos estacionales. Esto indica que es fundamental evaluar la inflamación a nivel local.

Los autores sugieren combinar un diagnóstico preciso a nivel local y territorial junto con los métodos diagnósticos tradicionales para mejorar el enfoque basado en la medicina de precisión respecto al manejo de la rinitis alérgica.

En conclusión, es necesario comprender mejor los cambios que se producen en los perfiles celulares después del tratamiento. Aparte de los tratamientos habituales para la rinitis alérgica, durante la pandemia actual han sido de gran ayuda para el manejo de los pacientes con rinitis alérgica el distanciamiento social, el lavado de manos y la desinfección.

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Asociación entre la gravedad de la rinitis alérgica y las proporciones neutrófilos-linfocitos, eosinófilos-neutrófilos y eosinófilos-linfocitos en adultos

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Aydin Kant, Kadriye Terzioğlu

Allergol Immunopathol (Madr). 2021 Sep 1;49(5):94-99. doi: 10.15586/aei.v49i5.204. eCollection 2021.

La rinitis alérgica es un trastorno de la mucosa nasal mediado por la inmunoglobulina E. Los síntomas suelen ser estornudos recurrentes, rinorrea y congestión nasal. Las personas con rinitis alérgica presentan alteraciones del sueño, sufrimiento emocional y afectación de la actividad social, lo que puede dar lugar a una reducción de la calidad de vida. El objetivo de este estudio era evaluar la posibilidad de utilizar los parámetros inflamatorios de proporción de neutrófilos-linfocitos (PNL), proporción de eosinófilos-neutrófilos (PEN) y proporción de eosinófilos-linfocitos (PEL) como marcadores para distinguir la rinitis alérgica persistente de la intermitente.

Este estudio retrospectivo se realizó en dos centros e incluyó 205 pacientes con rinitis alérgica y 49 individuos sanos como grupo de control. Los pacientes con infección activa fueron excluidos. Se calcularon las PNL, PEN y PEL utilizando los resultados de los hemogramas de los participantes. También se hizo un análisis estadístico.

En comparación con los controles sanos, los participantes con rinitis alérgica presentaron niveles significativamente más altos en el recuento absoluto de eosinófilos, la PEN y la PEL, así como niveles más bajos en la PNL. El 80 % de los participantes con rinitis alérgica persistente presentaron niveles significativamente más altos en el recuento absoluto de eosinófilos, la PEN y la PEL, así como niveles significativamente más bajos en la PNL, en comparación con los pacientes con rinitis alérgica intermitente.

En conclusión, la gravedad de la rinitis alérgica persistente se clasifica según la anamnesis del paciente, los niveles séricos de eosinófilos y las proporciones PEN y PEL.

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Metaanálisis de la eficacia de las farmacoterapias y los comprimidos sublinguales de inmunoterapia para la alergia en adultos y niños con rinitis alérgica

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Eli O. Meltzer, Dana Wallace, Howard S. Friedman, Prakash Navaratnam, Erin P. Scott, Hendrik Nolte

Rhinology. 2021 Aug 31. doi: 10.4193/Rhin21.054. Versión digital previa a la impresión.

La rinitis alérgica afecta a la calidad de vida de las personas que la sufren, ya que altera el sueño y reduce la productividad laboral y escolar. Entre las opciones actuales de tratamiento para la rinitis alérgica perenne y estacional se encuentran la farmacoterapia y la inmunoterapia. El objetivo de estos metaanálisis era evaluar la eficacia de las terapias farmacológicas y los comprimidos sublinguales de inmunoterapia (CSLI) frente a placebo en personas con síntomas nasales asociados a ambos tipos de rinitis alérgica.

Una búsqueda sistemática identificó ensayos clínicos aleatorizados, doble ciego y controlados con placebo que valoraban estas comparaciones. La variable principal era la diferencia numérica media en la puntuación total de síntomas nasales (TNSS) entre el tratamiento activo y placebo al final del periodo de valoración. Uno de los metaanálisis estimó la diferencia media para cada grupo de medicación ponderada por la inversa de la varianza del ensayo clínico.

La mayoría de los estudios de farmacoterapia prohibían el uso de fármacos de rescate para el alivio sintomático, pero permitían los comprimidos sublinguales de inmunoterapia. La siguiente tabla muestra las puntuaciones totales de síntomas nasales para niños y adultos con rinitis alérgica.

 

Diferencia numérica media (IC 95 %) de la TNSS en la rinitis alérgica estacional frente a placebo Diferencia numérica media (IC 95 %) de la TNSS en la rinitis alérgica perenne frente a placebo
Corticosteroides intranasales 1,38 (1,18-1,58) 0,82 (0,66-0,97)
Combinación intranasal de corticosteroides + antihistamínicos 1,34 (1,15-1,54)
Antihistamínicos intranasales 0,72 (0,56-0,89)
Antihistamínicos orales 0,62 (0,35-0,90) 0,27 (0,11-0,42)
Comprimidos CSLI 0,57 (0,41-0,73) 0,65 (0,42-0,88)
Montelukast 0,48 (0,36-0,60)

En conclusión, todos los tratamientos mejoraron significativamente los síntomas nasales en comparación con placebo. Los CSLI mejoraron la TNSS, incluso utilizando farmacoterapia de rescate para el alivio sintomático. No obstante, debido a la considerable heterogeneidad entre los estudios, resulta difícil comparar los efectos de los tratamientos entre las clases terapéuticas.

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Riesgo de ansiedad y depresión en pacientes con rinitis alérgica: revisión sistemática y metaanálisis

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J. Rodrigues, F. Franco-Pego, B. Sousa-Pinto, J. Bousquet, K. Raemdonck, R. Va

Rhinology. 2021 Aug 1;59(4):360-373. doi: 10.4193/Rhin21.087.

Más de 400 millones de personas en todo el mundo presentan rinitis alérgica. En Europa, su prevalencia se sitúa alrededor del 25 %, siendo mayor en áreas urbanas. Aunque la rinitis alérgica no es una patología potencialmente mortal, afecta a la salud y al bienestar, con alteración de los patrones de sueño, deterioro cognitivo y funcional, reducción de la calidad de vida y afectación laboral/escolar. También puede estar asociada a mayor riesgo de enfermedades psiquiátricas, como depresión y ansiedad.

El objetivo de esta revisión sistemática y metaanálisis es cuantificar la relación de la rinitis alérgica con la depresión y la ansiedad.

Se hizo una búsqueda electrónica de estudios observacionales que evalúan la relación de la rinitis alérgica con la depresión y la ansiedad. La asociación se cuantificó mediante metaanálisis de efectos aleatorios, con estimación de la odds ratio agrupada.

Se incluyeron 24 estudios (23 evaluaban la depresión y 11 evaluaban la ansiedad). De ellos, 12 presentaban valores de odds ratio de modelos de regresión multivariantes y fueron incluidos.

La rinitis alérgica se asoció a mayor probabilidad de depresión y ansiedad.

En conclusión, la rinitis alérgica parece estar relacionada con mayor riesgo de depresión y ansiedad, aunque se requieren más estudios.

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Detección de la urticaria crónica espontánea autoinmunitaria con anticuerpos IgG anti-TPO e IgE total

By Artículos seleccionados

Pavel Kolkhir, Elena Kovalkova, Anton Chernov, Inna Danilycheva, Karoline Krause, Merle Sauer, Andrey Shulzhenko, Daria Fomina, Marcus Maurer

J Allergy Clin Immunol Pract. 2021 Aug 4;S2213-2198(21)00884-9. doi: 10.1016/j.jaip.2021.07.043. Versión digital previa a la impresión.

La urticaria crónica espontánea (UCE) es una patología cutánea frecuente, determinada por los mastocitos y caracterizada por el desarrollo de habones y/o angioedema durante más de seis semanas. Recientemente, los estudios han demostrado la existencia de dos endotipos en la patogenia de la UCE: tipo I («autoalérgico») y tipo IIb (UCE autoinmunitaria).

La UCE tipo IIb autoinmunitaria (UCEai) se relaciona con autoanticuerpos IgG, IgM e IgA frente al receptor de alta afinidad de IgE (FcɛRIα), responsable de la activación de los mastocitos en la piel. Al menos el 8 % de los casos de UCE son UCEai y representan una elevada carga de enfermedad (alta actividad de la enfermedad, altas tasas de comorbilidad autoinmunitaria y respuesta insuficiente al tratamiento). La UCEai puede ser difícil de diagnosticar porque las pruebas existentes (prueba cutánea con suero autólogo [ASST], inmunoensayos con autoanticuerpos y pruebas de basófilos) no suelen estar disponibles y presentan limitaciones. Además, la UCEai no responde bien al tratamiento.

El objetivo de este estudio era evaluar cómo los anticuerpos antiperoxidasa tiroidea (aTPO) elevados y los niveles bajos de IgE se relacionan con la UCEai y la respuesta al tratamiento.

Se analizaron las características demográficas, los parámetros clínicos y analíticos y las respuestas al tratamiento de un total de 1120 pacientes. Se midieron los niveles de IgE total y aTPO, y se analizaron cuatro marcadores (ASST, test de activación de basófilos [BAT], recuento de eosinófilos y recuento de basófilos).

Uno de cada diez pacientes (n = 123) presentaba aTPO altos e IgE baja, relacionándose con mayor edad al inicio de la UCE, sexo femenino, angioedema y menor duración de la UCE. También se relacionó con positividad para los marcadores de UCEai. El 44 % de los pacientes con aTPO altos e IgE baja presentaba un resultado BAT positivo. Estos pacientes mostraron bajas tasas de respuesta al tratamiento antihistamínico en comparación con el resto de pacientes.

En conclusión, los niveles altos de aTPO y bajos de IgE podrían ser un biomarcador útil para el diagnóstico de la UCEai en la práctica clínica diaria.

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Ciento diez años de inmunoterapia con alérgenos: un viaje desde la observación empírica hasta la evidencia

By Artículos seleccionados

Oliver Pfaar, Jean Bousquet, Stephen R. Durham, Jörg Kleine-Tebbe, Mark Larche, Graham C Roberts, Mohamed H Shamji, Roy Gerth Van Wijk

Allergy. 2021 Jul 27. doi: 10.1111/all.15023. Versión digital previa a la impresión.

Noon describió por primera vez en 1911 los efectos favorables que las inyecciones subcutáneas con extracto de polen de gramíneas habían tenido sobre él mismo. Desde entonces, la inmunoterapia con alérgenos (ITA) ha pasado a ser el tratamiento más importante para los pacientes alérgicos. La ITA es el único tratamiento modificador de la enfermedad disponible y su eficacia y seguridad son constantes. Las autoridades sanitarias reguladoras de todo el mundo reconocen el valor de la ITA, cuyos productos se someten a evaluaciones exhaustivas antes de que se conceda la autorización de comercialización.

Los efectos modificadores de la enfermedad de la ITA se asocian a modulación inmunológica de las respuestas inmunitarias innata y adquirida. Los recientes avances en la comprensión de los mecanismos de la ITA permitirán la identificación de biomarcadores de seguimiento inmunológicos, así como biomarcadores de la eficacia y la tolerancia. Además, estos conocimientos serán útiles para desarrollar nuevas dianas terapéuticas que se puedan utilizar junto a la inmunoterapia para acortar la duración del tratamiento y mejorar tanto la eficacia como el cumplimiento terapéutico.

Las recientes regulaciones de las autoridades sobre los productos con alérgenos han integrado de manera positiva los progresos científicos con los modernos avances en clínica y en alergología. Las definiciones de los grupos de alérgenos homólogos basadas en relaciones biológicas y moleculares, la fabricación y los aspectos de calidad se han combinado con la infraestructura para el desarrollo clínico de los productos con alérgenos.

Además, todavía está pendiente de autorización comercial un listado de productos de ITA y diagnóstico in vivo, incluyendo polen, ácaros del polvo, animales y venenos.

La prestación de una asistencia sanitaria moderna y rentable es un aspecto apasionante de las enfermedades alérgicas. Se necesitan soluciones novedosas (basadas en dispositivos sanitarios móviles) para dar soporte a las autoridades y promover cambios sanitarios y asistenciales hacia un manejo integrado con los conocimientos sanitarios organizativos.

Las guías internacionales ya describen y reconocen el uso de la TIA.

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Papel de los factores de la coagulación y los factores del complemento en la activación de los mastocitos como patogenia de la urticaria crónica espontánea

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Yuhki Yanase, Shunsuke Takahagi, Koichiro Ozawa y Michihiro Hide

Cells. 2021 Jul 12;10(7):1759. doi: 10.3390/cells10071759.

La urticaria crónica espontánea es una patología cutánea que se caracteriza por brotes de picor y edema cutáneo de más de seis semanas. Los mediadores inflamatorios, como la histamina, son liberados desde los mastocitos de la piel y/o los basófilos periféricos a nivel celular. Se sabe que la cascada de coagulación extrínseca desencadenada por el factor tisular (FT) y factores del complemento es la base de la patogenia de la urticaria crónica espontánea (UCE).

El objetivo de esta revisión es detallar el papel de las células del endotelio vascular, los leucocitos, los factores de la vía de coagulación extrínseca y los componentes del complemento sobre la activación inducida por FT de los mastocitos de la piel y los basófilos periféricos, que da lugar a edema.

Se ha sugerido que la vía de coagulación extrínseca desencadenada por FT y factores de coagulación activados podría participar en la patogenia de la urticaria. Además, algunos estudios han mostrado que esta patología mejora con el tratamiento con heparina o warfarina.

No está claro el papel exacto de las células del endotelio vascular en la salida del plasma, especialmente en áreas localizadas de la piel con UCE. Los estudios in vitro han mostrado que las células del endotelio vascular podrían jugar un papel en la fase inicial de la patogenia de la UCE, ya que las células endoteliales de la vena umbilical humana y las células endoteliales de la microvasculatura dérmica humana expresan una gran cantidad de FT en su superficie en respuesta a la combinación de varias moléculas, como la histamina. Los leucocitos que expresan FT pueden generar la cascada de coagulación extrínseca y producir factores de coagulación activados, tras lo que se induce la formación del espacio intercelular en las células endoteliales de la vena umbilical humana. La expresión de FT en la superficie de los monocitos se podría utilizar como marcador del estado patológico de la UCE y como diana terapéutica de la UCE grave y resistente al tratamiento. Los estudios también han mostrado que los factores del complemento, como C5a, están aumentados en personas con UCE.

Un nuevo enfoque de tratamiento efectivo para la urticaria grave y resistente podrían ser los medicamentos dirigidos a los factores de coagulación y/o componentes del complemento activados (como los antagonistas de bajo peso molecular de C5a) y a las dianas de la vía de coagulación extrínseca desencadenada por FT (eje de activación formado por el sistema del complemento y los mastocitos y/o basófilos).

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Gravedad y duración de la conjuntivitis alérgica: ¿están asociadas a la gravedad y la duración de la rinitis alérgica y el asma?

By Artículos seleccionados

M C Sánchez-Hernández, M. T. Dordal, A. M. Navarro, I. Dávila, B. Fernández-Parra, C. Colás, C. Rondón, A. del Cuvillo, F. Vega, J. Montoro, M. Lluch-Bernal, V. Matheu, P. Campo, M. L. González, R. González-Pérez, A. Izquierdo-Domínguez, A. Puiggros, M. Velasco, A. Fernández-Palacín, A. Valero, SEAIC Rhinoconjunctivitis Committee 2014-2018

Eur Ann Allergy Clin Immunol. 2021 Jul 27. doi: 10.23822/EurAnnACI.1764-1489.231. Versión digital previa a la impresión.

La conjuntivitis alérgica es una reacción de la conjuntiva del ojo debida a hipersensibilidad mediada por IgE. Suele estar asociada a otras patologías alérgicas, como eccema, alergia alimentaria y, especialmente, rinitis alérgica y asma. Pero es necesario comprender mejor la relación de la conjuntivitis alérgica con la rinitis alérgica y el asma.

Este estudio estaba dirigido a clasificar la conjuntivitis alérgica en una población de pacientes y evaluar la relación entre la conjuntivitis alérgica y el asma, utilizando el documento de consenso para la conjuntivitis alérgica (Consensus Document for Allergic Conjunctivitis, DECA).

Se incluyeron un total de 2914 participantes de todas las edades que participaron en el estudio Alergológica 2015. Se dividieron en dos grupos de edad: ≤14 y >14 años. Entre ellos, 965 participantes se diagnosticaron como conjuntivitis alérgica, clasificada como grave (1,8 %), moderada (46,4 %) o leve (51,8 %), y como intermitente (51,6 %) o persistente (48,4 %). La conjuntivitis alérgica se asoció principalmente a rinitis alérgica (88,4 %), asma (38,2 %), alergia alimentaria (8,3 %) y dermatitis atópica (3,5 %). La duración y la gravedad de la conjuntivitis alérgica se relacionaron de manera significativa con la rinitis alérgica en ambos grupos de edad y con el asma en adultos.

En conclusión, la nueva clasificación DECA mostró una relación directa entre la conjuntivitis alérgica, la rinitis alérgica y el asma, lo que sugiere que debería considerarse en la hipótesis del concepto de vía aérea única.

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Los desafíos de la urticaria crónica. Parte 2: tratamiento farmacológico, urticaria crónica inducible, urticaria en situaciones especiales

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Mario Sanchez-Borges, Ignacio J. Ansotegui, Ilaria Baiardini, Jonathan Bernstein, Giorgio Walter Canonica, Motohiro Ebisawa, Maximiliano Gomez, Sandra Nora Gonzalez-Diaz, Bryan Martin, Mario Morais-Almeida and Jose Antonio Ortega Martell

World Allergy Organ J . 2021 Jun 3;14(6):100546. doi: 10.1016/j.waojou.2021.100546. eCollection 2021 Jun.

La urticaria crónica espontánea consiste en la aparición de habones y/o angioedema durante más de 6 semanas. Afecta al 1-2 % de la población. Su prevalencia es mayor entre las mujeres, suele afectar negativamente a la calidad de vida y puede suponer un coste importante para los sistemas nacionales de salud.

La Organización Mundial de la Alergia (OMA) ha revisado un documento de posición publicado en 2012 sobre el diagnóstico y tratamiento de la urticaria y el angioedema. Desde entonces se han logrado avances en el conocimiento del mecanismo de acción de la urticaria y han aparecido nuevos tratamientos (biológicos) para la enfermedad grave resistente al tratamiento.

Esta es la segunda parte de una actualización de la OMA, cuya intención es ofrecer una guía actualizada sobre la urticaria, particularmente en situaciones especiales como la infancia y el embarazo.

Los antihistamínicos H1 de segunda generación se recomiendan en las principales guías como tratamiento de primera línea de la urticaria, ya que son efectivos y seguros. Algunas guías incluyen antihistamínicos de primera generación para los pacientes no respondedores. La dosis se puede aumentar hasta 4 veces para mejorar la eficacia, sin que ello afecte a la seguridad. La combinación de antihistamínicos no parece inducir mejores efectos y los pacientes resistentes a los antihistamínicos son candidatos a omalizumab o ciclosporina A. Omalizumab es el único fármaco biológico autorizado para el tratamiento de pacientes con urticaria de moderada a grave resistente a los antihistamínicos. Ciclosporina A es un fármaco inmunosupresor que inhibe los linfocitos T helper al bloquear la producción de citocinas inflamatorias.

Algunas situaciones especiales asociadas a la urticaria son los síndromes autoinflamatorios y varias formas de vasculitis urticarial, que se tratan con antihistamínicos de segunda generación y glucocorticoides sistémicos o, como alternativa, con inmunomoduladores e inmunosupresores.

Se recomienda a los especialistas que sigan las guías, utilicen cuestionarios PRO (resultados comunicados por el paciente) validados y prescriban medicaciones seguras y efectivas.

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Los desafíos de la urticaria crónica. Parte 1: epidemiología, inmunopatogenia, comorbilidades, calidad de vida y manejo

By Artículos seleccionados

Mario Sanchez-Borges, Ignacio J. Ansotegui, Ilaria Baiardini, Jonathan Bernstein, Giorgio Walter Canonica, Motohiro Ebisawa, Maximiliano Gomez, Sandra Nora Gonzalez-Diaz, Bryan Martin, Mario Morais-Almeida and Jose Antonio Ortega Martell

World Allergy Organ J. 2021 Jun 1;14(6):100533. doi: 10.1016/j.waojou.2021.100533. eCollection 2021 Jun.

La urticaria crónica espontánea consiste en la presencia de habones y/o angioedema durante más de 6 semanas. Afecta al 1-2 % de la población. Su prevalencia es mayor entre las mujeres, suele afectar negativamente a la calidad de vida y puede suponer un coste importante para los sistemas nacionales de salud.

La Organización Mundial de la Alergia (OMA) ha revisado un documento de posición publicado en 2012 sobre el diagnóstico y tratamiento de la urticaria y el angioedema. Desde entonces se han logrado avances en el conocimiento del mecanismo de acción de la urticaria y han aparecido nuevos tratamientos (biológicos) para la enfermedad grave resistente al tratamiento. Los mecanismos patológicos de la urticaria incluyen diferentes tipos de células, principalmente mastocitos, basófilos, eosinófilos, linfocitos T y B, y células epiteliales y endoteliales. La desregulación de las vías de señalización intracelular y los mecanismos autoinmunitarios juegan un papel importante en la activación de los mastocitos/basófilos, lo que conduce a la libración de mediadores inflamatorios que provocan los habones y el angioedema.

Esta es la primera parte de una actualización de la OMA, cuya intención es ofrecer una guía actualizada sobre la urticaria.

Se han identificado biomarcadores para el pronóstico de la urticaria crónica (IgE total, PCR, ASST, anti-TPO, IL-17, IL-31, IL-33) y la evaluación de la respuesta a diferentes terapias. Se recomienda a los especialistas que sigan las guías, utilicen cuestionarios PRO (resultados comunicados por el paciente) validados y prescriban medicaciones seguras y efectivas.

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Las aglutininas frías y las crioglobulinas se asocian a los parámetros clínicos y analíticos de la urticaria por frío

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Mojca Bizjak, Mitja Kosnik, Dorothea Terhorst-Molawi, Dejan Dinevski, Marcus Maurer

Front Immunol. 2021 Apr 29;12:665491. doi: 10.3389/fimmu.2021.665491. eCollection 2021

La urticaria por frío es una patología que se caracteriza por la aparición de habones y/o angioedema en respuesta al frío. Se suele diagnosticar tras una prueba de provocación y los umbrales de activación determinan su actividad. Al igual que la urticaria «común», la urticaria por frío es también una patología mediada por los mastocitos en la que el frío es una señal activadora que provoca una liberación de histamina desde los mastocitos de la dermis. Las aglutininas frías y las crioglobulinas han sido designadas como elementos relacionados con la urticaria por frío. El objetivo de este estudio era comprender los efectos de las aglutininas frías y las crioglobulinas a nivel molecular y evaluar las estrategias de manejo de la urticaria por frío.

Se trata de un estudio de cohortes, prospectivo, realizado en un único centro, que incluyó a 35 participantes con urticaria por frío en los que se analizaron las aglutininas frías y las crioglobulinas, los datos demográficos, la anamnesis, los resultados de las pruebas de estimulación con frío, los valores del hemograma completo, la proteína C reactiva, los niveles de inmunoglobulina E total y los niveles de triptasa sérica basal.

Dieciséis (46 %) de los 35 participantes dieron positivo para aglutininas frías, y 9 de los 33 participantes evaluados (27 %) dieron positivo en el test de crioglobulinas. No hubo asociación del sexo con las crioglobulinas, pero el resultado positivo de aglutininas frías se observó principalmente en las participantes de sexo femenino. Además, un resultado positivo en la prueba de aglutininas frías se relacionó con una mayor tasa de reacciones desencadenadas por el aire ambiental frío y la inmersión en agua fría, y agravadas por la humedad estival. En estos participantes también fueron más frecuentes los angioedemas desencadenados por las comidas o bebidas frías.

Los niveles séricos de aglutininas frías se correlacionaron con los recuentos de eritrocitos y monocitos. Las concentraciones de crioglobulinas se asociaron con los niveles séricos basales de triptasa y con la duración de la urticaria por frío.

En conclusión, este estudio sugiere que las aglutininas por frío y las crioglobulinas están relacionadas con la evolución y la patogenia de la urticaria por frío. Se considera necesario realizar nuevos estudios que investiguen los mecanismos de acción, el tratamiento y el uso de biomarcadores.

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Efectos de los niveles séricos de vitamina D y de los suplementos de vitamina D sobre la urticaria: revisión sistemática y metanálisis

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Yajia Li, Ziqin Cao, Jia Guo, Qiangxiang Li, Juan Su

Int J Environ Res Public Health. 2021 May 5;18(9):4911. doi: 10.3390/ijerph18094911.

La urticaria se caracteriza por la aparición de habones pruriginosos y/o angioedema. Se trata de una patología frecuente, mediada por los mastocitos, que afecta a la calidad de vida de los pacientes. Numerosos estudios han demostrado que los niveles séricos de 25-hidroxivitamina D pueden afectar a la urticaria. Sin embargo, la relación entre la vitamina D y la urticaria no se conoce bien. El objetivo de este estudio era resumir de manera sistemática los datos sobre las asociaciones entre la vitamina D y la urticaria publicados antes de marzo de 2021.

Se realizó una búsqueda sistemática en PubMed, EMBASE, Web of Science y Cochrane. Se incluyeron estudios observacionales con comparaciones de la vitamina D y personas con urticaria, y también ensayos clínicos.

Un metanálisis de 17 estudios en pacientes con urticaria comparados con los controles demostró una diferencia media de –9,35 ng/mL de vitamina D, lo que indica una asociación entre urticaria y deficiencia de vitamina D. Los estudios con suplementos de vitamina D también demostraron una reducción significativa de la puntuación de urticaria clínica en las personas que estaban tomando suplementos de vitamina D.

En conclusión, las personas con urticaria podrían tener un nivel menor de vitamina D en suero, y los suplementos de vitamina D podrían reducir los síntomas de la urticaria y sus exacerbaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes gracias a las propiedades antiinflamatorias e inmunomoduladoras de la vitamina D. En cualquier caso, se necesitan nuevos estudios que evalúen los beneficios clínicos y los mecanismos de acción de la vitamina D en la urticaria.

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¿Se pueden utilizar los antagonistas de los receptores H1 histaminérgicos para tratar la COVID-19?

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Changbo Qu, Gwenny M. Fuhler, Yihang Pan

Int J Mol Sci. 2021 May 26;22(11):5672. doi: 10.3390/ijms22115672.

La pandemia de la COVID-19, causada por el SARS-CoV-2, ha provocado importantes problemas de salud a largo plazo a las personas afectadas por la enfermedad. Es fundamental encontrar nuevos tratamientos para la COVID-19 que mejoren los resultados de los pacientes. El objetivo de esta revisión es resumir el uso de los antagonistas de los receptores de H1 en la infección por el SARS-CoV-2.

Una de las características comunes de la COVID-19 grave es una inflamación pulmonar exagerada. Reducir la inflamación pulmonar puede ayudar a mejorar las manifestaciones clínicas de la COVID-19. Los antagonistas de los receptores de H1 pueden inhibir al SARS-CoV-2 a través de los receptores de H1 o de ECA2. Las proteínas espiculares del virus interaccionan a nivel celular con el heparán sulfato y el ECA2 a través su dominio de unión al receptor, y los antihistamínicos H1 pueden alterar la interacción entre el heparán sulfato y la proteína espicular e inhibir la entrada del virus en la célula.

Los antagonistas de los receptores H1 de nueva generación, como loratadina y desloratadina, pueden ayudar a inhibir la infección por el SARS-CoV-2 reduciendo la inflamación pulmonar inducida por la histamina, así como otras actividades inflamatorias. También se ha demostrado que estos antihistamínicos tienen efectos antivirales cuando bloquean los receptores H1 y que, por lo tanto, afectan a la replicación del SARS-CoV-2 a través de las respuestas metabólicas e inmunitarias.

En conclusión, los antagonistas de los receptores H1 son fármacos relativamente baratos, fáciles de utilizar y capaces de mejorar los resultados de los pacientes debido a su papel reductor de la inflamación y a sus efectos antivirales. También podrían ser opciones profilácticas interesantes para reducir el riesgo de infección por el SARS-CoV-2 en la población general.

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Desencadenantes de la exacerbación de la urticaria crónica y del angioedema recurrente: prevalencia y pertinencia

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Anete Sevciovic Grumach, Petra Staubach-Renz, Ricardo Cardona Villa, Susana Diez-Zuluaga, Imke Reese, William R. Lumry

J Allergy Clin Immunol Pract. 2021 Jun;9(6):2160-2168. doi: 10.1016/j.jaip.2021.04.023

 

Las causas de la urticaria varían de un paciente a otro, pero en la mayoría de los casos se caracteriza por la presencia de habones. La urticaria se puede clasificar como aguda o crónica según su duración. En la mayoría de los pacientes las exacerbaciones son causadas por distintos desencadenantes, y evitarlos puede ayudar a controlar la enfermedad. El objetivo de esta revisión es describir los factores que pueden desencadenar la urticaria crónica y el angioedema y mostrar sus mecanismos.

Los principales grupos de medicamentos que pueden desencadenar una urticaria son los antiinflamatorios no esteroideos, los antibióticos (especialmente los betalactámicos), las vacunas, el bupropión, los antidepresivos, los antihipertensivos, los antihistamínicos H2, los antifúngicos y los antihistamínicos H1. Otros fármacos que reducen la degradación de la bradiquinina (a partir de la cascada de degranulación de los mastocitos) y causan angioedema son los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, de la endopeptidasa neutra y de la dipeptidil peptidasa 4; estos fármacos provocan una acumulación de la bradiquinina a la que sigue una vasodilatación localizada y finalmente el angioedema.

También pueden desencadenar urticaria o angioedema los alimentos y sus componentes, como los aditivos alimentarios y algunas sustancias naturales (aminas biogénicas y compuestos aromáticos).

Otros desencadenantes del angioedema sin urticaria son el estrés emocional, el esfuerzo físico, los traumatismos mecánicos, las infecciones, la menstruación, el embarazo, los procedimientos médicos, los cambios meteorológicos, la ingesta de alcohol y algunos fármacos.

En conclusión, los pacientes con urticaria o angioedema deben conocer los factores desencadenantes para poder introducir cambios en su estilo de vida y personalizar la estrategia de tratamiento.

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